"Un Rosario por Chile" es el nombre de la campaña que, según su sitio web, "expresa la fe y esperanza de mujeres y hombres católicos", que creen en la intercesión de la Virgen a través del rezo del Rosario, "para alcanzar una sociedad en la que prevalezcan los valores cristianos y un ordenamiento jurídico que proteja a la familia".
En una Misa presidida por Mons. Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, el 11 de noviembre del año 2011, en el patio de la sección juvenil de la cárcel de Puente Alto en Santiago, se reunieron los jóvenes reclusos que fabrican los rosarios, empresarios, comunicadores, miembros de esta iniciativa espiritual y de la Fundación Paternitas, institución que brinda apoyo espiritual a los presos y los hijos de éstos, preocupada además por la prevención del delito y la reinserción del delincuente, según señala el sitio web de la fundación.
El empresario Andrés Giménez, uno de los gestores de la campaña, dio la bienvenida al Arzobispo de Santiago y destacó la importancia de rezar por Chile mediante esta oración. La ceremonia finalizó con la bendición de un conjunto de rosarios, símbolo de los cinco mil que serán distribuidos en diversas parroquias.